“El amor es tener corazón, simplemente eso”.
Una mirada a la poesía de Germán Nogueira.
Por
José Ángel Muñoz Juárez
“La poesía es un ejercicio vital,
pero primero está el amor,
pero primero está la soledad
pero primero está… ”
Miguel Barnet
Imaginativa, brillante, la poesía de Germán Nogueira impacta por su particular conjunción de prosa y lirismo. El resultado de tal mezcla es una honda reflexión acerca de la libertad, el romanticismo, la fe, el silencio, las estaciones, las palabras y el parece ser su tema más importante: el amor, asumido no desde la perspectiva de la nostalgia sino como ineludible testigo, condición consustancial a todo poeta. En sus estrofas nos revela las ocultas claves para entrar en la memoria de toda su poesía. Nada escapa a sus versos todavía confiados en la fuerza de la palabra creadora. Todos sus versos aspiran al rito del fuego, anunciador de un tiempo nuevo, anunciador de una poesía intimista, de cada ser, de todos. Estos poemas, desnudos y personales, llegan al lector como un augurio. La poesía, como la memoria, es la dueña del tiempo.
Este poeta es un hombre de ley, brinda su más sincera ilusión, es capaz de llorar, gritar la más tierna sensación, vivir o morir simplemente por amor. En sus palabras cuando se ama se ama sin preguntar el límite de la pasión. Y es a ella a lo único que debemos rendir. Para este poeta hay noches, incontables y unánimes madrugadas, en que sueña desesperanzado, lamido por un fuego que le quema, sumergido en circulares ruinas, cuestionándose de que por qué cada día se es más indiferentes a lo que ocurre a su alrededor. Es un poeta lleno sentimientos que traduce en el velado código que inicia y finaliza todos los laberintos de la creación: el recuerdo, la añoranza, las huellas de la partida, lo que fuimos, lo que ya no tenemos, todos los afectos, todas las emociones y todo el equilibrio. Las sombras que rodean el cuerpo de este poeta sueñan la noche más larga de sus días, en el gravitar de ese universo interior que conduce el dialogo, conmovedor con la amada.
Por ultimo te digo poeta y amigo: “Me hubiera gustado escribir muchos de tus textos. Tanta es la afinidad entre visión y lenguaje entre los dos que quisiera que compartas conmigo tu musa y espíritu”. Nunca dejes de escribir, no pares de escribir amigo.